Voy a empezar por una de las últimas: Pinchando en este enlace llegamos a la última entrada de un blog que se llama "Castilleja de la Cuesta, la verdad". Ésta noticia sobre cómo se usa el dinero de l@s contribuyentes para financiar obras previo a las Elecciones Municipales, quizás sea la menos espectacular... ¡Se supone que eso ya lo sabe todo el mundo! Y de hecho, ¿no lo hace todo el mundo?
Querid@ autor@ del susodicho blog, a mí no me sorprende ni me impresiona un hecho que desde hace años es habitual de es@s polític@s que se hacen llamar nuestr@s representantes democrátic@s. Me indigna y me enfada. Y me proporciona un miedo terrible ver cómo la gente da cuenta en voz alta de este fenómeno y, acto seguido, se resigna a seguir votando de la misma manera a l@s mism@s o dejan, incluso, de votar.

¿Qué diferencia hay entre esto que estamos relatando aquí, y aquel cacique que montaba el pueblo en gala cuando se anunciaba la visita del "caudillo", y todo el mundo se mofaba pero contribuía?
Ahora sí, las personas que entonces (a sabiendas) agachaban la cabeza lo hacían porque tenían miedo a las represalias - para sí y para sus familias. Y es que vivíamos en una dictadura.
Pero hoy la conducta de las personas - no puedo sacar ninguna otra conclusión - es la misma: Una muestra de miedo a ir a parar a una lista negra... ¿en una "democracia"?
Ahora bien, las personas entonces sabían que no había ninguna opción (política): No había otros partidos ni personas alcaldables que las previstas por el régimen. Y... o tragabas o tragabas.
¿Y hoy?
Del PSOEismo al PPismo, ida y vuelta
Lo que todo el mundo se plantea es un cambio... ¡de vuelta al PP! Exactamente de la misma manera que hace 6 años se planteó el cambio.. ¡de vuelta al PSOE!
Señoras y señores, vecin@s, ¡¿alguien alberga alguna duda sobre que, en realidad, no existen diferencias importantes entre estas dos formaciones hegemónicas del panorama electoral?!
Sin ir más lejos, se puede leer en la Prensa de actualidad cómo estos dos "partidos", con la asistencia obligada y logica de sus homólogos superburgueses "nacionalistas" -el PNV y CiU-, rechazan una proposición de Ley de Izquierda Unida para cambiar la legislación hipotecaria.
La casa no sirve para pagar la deuda de la casa

Como se puede, además, leer en la Prensa actual, nuestra legislación hipotecaria tiene, en su esencia, más de 150 años. Yo afirmo contudentemente que, en la comparativa europea, no existe apenas una legislación tan conservadora cmo la española - conservadora en su sentido más político.
Si tienes una contraída una deuda hipotecaria y no puedes pagarla "debidamente", la entidad financiera puede embargártela. Pero es que, además de perder las casa o el piso donde vives, tu sigues adeudando a esa entidad el importe de la deuda hipotecaria. O sea que pierdes la casa, y además te piden pagar la deuda que has contraído para pagarla - le pagas al banco el dinero para pagar un

N.B: Cómo no vamos a volvernos loc@s... Y cómo no va a haber burbujas... Si de una deuda hipotecaria resulta un valor múltiple financiero del inicial.
No al intervencionismo
El argumento de estos partidos burgueses, conservadores y neoliberales para rechazar la iniciativa de IU es que no deben incurrir en el "intervencionismo".
Definiciones de "intervencionismo":
1ª) Actuación de manera directa por parte de la autoridad de un país para marcar las líneas de actuación en (un) determinado(s) sector(es) de la economía.
2ª) Acción de los gobiernos que tiene por objeto afectar la actividad económica.
La mía) Definir las reglas del juego económico y vigilar su cumplimiento.
Hasta que empiezan abrirse paso las tesis neoliberalistas, o sea, hasta que el poder internacional de la banca y de las grandes multinacionales empiezan a imponerse, existe en esta materia el intervencionismo del estado en dos vertientes que se suceden y se solapan históricamente: La intervención nacionalista (en interés de la propia nación, por ejemplo en materia de aranceles), y la intervención económica social (que instala mecanismos de regulación del estado de bienestar social para proteger a l@s desposeíd@s de la voracidad del capitalismo salvaje).
Empieza a llamarse esto intervencionismo cuando, con el avance del Neoliberalismo y de sus multinacionales, se les queda chico el ámbito nacional y, al caer el famoso telón de acero, caen también todos los pudores y todas las restricciones para arremeter contra la clase obrera en el mundo entero.
¿Qué significa esto en plata?
Significa que el Estado ya no se define como un ente regulador de los múltiples intereses de una nación; por ejemplo, entre los intereses del capital para enriquecerse sin límites a costa de nuestro sudor y nuestro trabajo, y los intereses de la población general a no ser explotad@s como esclav@s.
Significa que el Estado se ha descubierto la cara y acata, sin remilgos y sin pudor, las órdenes del Capital para preservar sus exclusivos intereses.
Significa, sin más, que el Estado ha dejado de interesarse por el famoso "Estado de Bienestar", y permite, y permitirá que se nos exprima hasta el tuétano.
Y que no intervendrá.
El bipartidismo al servicio del Capital

Los dos partidos mayoritarios tienen un acuerdo - al más puro estilo canovista:
Nosotr@s - el PSOE y el PP - nos iremos relevando en el poder. Pero no tocaremos la esencia filosófica del funcionamiento de este poder y de este sistema: Siempre al servicio del Capital.
Puede ser, como dicen algun@s, que tod@s son iguales: PP, PSOE, IU, PA... Pero lo cierto es que nadie lo puede saber. Nadie puede saberlo porque hemos caído en la trampa de este bipartidismo, en la que se entregan el testigo aquellos dos grandes partidos burgueses que han suscrito este acuerdo. Y les ayudamos a cumplir este acuerdo, castigando a uno votando al otro - como si no existieran alternativas, obviando OTRA realidad.
Las alternativas están ahí: Votar a otros partidos. O dejar de votar para conquistar la calle y las instituciones y desalojar a quienes usurpan el poder en nuestro nombre y para nuestro perjuicio.
