Actualmente resulta un sacrificio difícilmente valorable, poder dedicarle tiempo a más cosas que al trabajo, la casa, la familia, alguna que otra obligación y los encuentros ocasionales con l@s amig@s. No al todo el mundo le pasa lo mismo: Por otro lado hay gente que no tiene trabajo, y carece por lo demás de algún tipo de compromiso que les obligue a medir sus tiempos. Ahora bien, l@s privilegiad@s de mentira, aquell@s que han tenido la "suerte" de disfrutar de las convenciones de esta vida pero sin llegar a pertenecer al club de l@s que no se tienen que preocupar por la crisis, ni por nada semejante, estamos pagando un peaje por este "derecho".
Las personas que reúnen a la vez el tiempo y la tranquilidad para dedicarlo a la cosa pública, esa esfera que nos envuelve y que parece cada vez más un halo místico que se escapa, ya no sólo a nuestro entendimiento, sino que incluso trasciende nuestra capacidad para desenvolvernos en ella con más solvencia que la que requiere conocer a las personas adecuadas, se han reducido a un grupo minúsculo que, en su mayoría por otro lado, se dedican a la política con afán (seudo) profesional.
Tuve una vez una conversación con un joven, especialista en algo (en qué da completamente igual) que contó cómo años de inversión en sus estudios, de ilusión en su profesión y de vocación en su trabajo se vinieron abajo cuando tuvo que aprender a "vender" sus proyectos a la Administración (sí, esa con mayúscula - la que está dominada por la inercia de los designios políticos). Después de romperse la cabeza llegó el momento de coger horas y horas de trabajo enfundadas en un manuscrito amplio y detallado y entregarlo a la / el polític@ de turno para que éste / ésta decidiera lo que se iba a hacer.
Con su buen criterio, años de experiencia en la jungla del aparato y la sabiduría que emana de todo ello, esa persona pública, cargo electo por la voluntad popular para representar los intereses del pueblo y gestionar lo público a su servicio, indicó al joven que se ahorrara la exposición y argumentación del proyecto, que le resumiera los 80 folios en 5, y que no se preocupara que el proyecto estaba prácticamente decidido.
Este joven aprendió en los años siguientes que daba igual lo bueno o malo que era el proyecto, si el coste del mismo era razonable o irracional, si "cabía" dentro del contexto de una política concreta. Era mucho más importante presentárselo a la persona "correcta", no atosigar a la gente con un memorándum exhaustivo y darle un título o una entrada que lo hiciera atractivo - de cara a la rentabilidad electoral (o sea, puro márketing).
Así se explican contenedores de basuras nuevos en Castilleja de la Cuesta, sin que haya un camión adecuado para evacuar los residuos de esos contenedores. Así se explican las quejas por arcas vacías, mientras lucen decenas de focos de 500 vatios en la fachada del pabellón cubierto (seguro que porque a alguien se le ha olvidado). Y así se explican muchas cosas más.
Pero íbamos a hablar del tiempo. La idea para esta entrada se debe a un@ comentarista en la entrada anterior, S.J. (gracias, amig@).
No voy a entrar a discutir si el problema de la falta de tiempo se debe a una situación, o si la "falta" de tiempo produce esta situación. Pero me atrevo a afirmar que - como ya insinúo el 28 de octubre en "Cuando nos quedamos sin corriente..." - disponemos de un estrecho margen de tiempo que nos deja nuestra organización de vida. Y esto a pesar de que las condiciones materiales de vida y las laborales han mejorado de forma sustancial en esta nuestra Europa occidental en los últimos cien años. Lo que pasa es que casi todo el tiempo que hemos ganado para nuestra libre disposición está dedicado al consumo en una sociedad que eleva a la máxima aspiración una existencia de consumo - sin el que este sistema capitalista cada vez más dependiente de la superproducción, no podría seguir adelante por mucho tiempo más.
Así que toda esa "ganancia" de tiempo que generaciones anteriores aún soñaban con dedicar a la convivencia (a través del asociacionismo, por ejemplo), a la formación, al crecimiento personal (si me apuran - pero este concepto ya se encuentra en el inicio de la perversión del uso del tiempo libre), y a la construcción de una sociedad mejor - como último eslabón deseable e imaginable... como digo, toda esta "ganancia" se ha "reinvertido" en formas cada vez más rocambolescas de "gastar" tiempo.
De tal forma, la convivencia se ha transformado en la "convivencia" de un televisor para cada miembro de la familia, la formación en los famosos programas para l@s trabajadoras y trabajadores de Delphi; y el crecimiento personal en una carrera por la eterna juventud (exterior).
Escucharnos, por ejemplo, con paciencia y con el afán de entender a las otras personas, aprender (quizás) algo nuevo y enriquecedor, durante horas a lo largo de una conversación "sin fin" es algo tan horroroso que hay gente que se levanta cuando una "reunión" promete extenderse por el puro disfrute en el debate. La única forma aceptable de escucharnos parece ser a través de un auricular, y tengo ciertas dudas.
Y sentarnos tranquilamente a leer se ha transformado en una imagen de retrógrad@s o chalad@s.
Tengo la total certeza que hay gente que empieza a husmear en este blog, y lo deja por no tener que darle más de una vez a la tecla "Av Pág". ¡Todos mis respetos! No he elegido deliberadamente una u otra extensión para facilitar o dificultar la lectura o el seguimiento - por parte de ningún grupo de personas.
Pero para mí personalmente es un aprendizaje relacionado con la gestión de mi tiempo "libre" (no muy amplio, por otro lado) que he decidido dedicar a los asuntos públicos de la manera que puedo, me atrevo y me atrae. No pretendo exaltar mis conocimientos particulares que, considero, se encuentran en continuo proceso de ampliación. (Por cierto, poca satisfacción sería esa desde el anonimato, ¿no?) Y cuando me extiendo, cabe en todo momento tanto la interpretación de que puede ser necesario, como que no lo supe hacer mejor.
Sí hay una cosa que parece estar funcionando (y es parte del encabezamiento de este blog). Se está leyendo, le estamos dedicando tiempo (que muestra nuestro interés compartido por lo público). Y es un tiempo que much@s de vosotr@s no estáis dedicando al consumo, como se puede ver: Se lo dedicáis a reflexionar y a escribir comentarios (afirmativos o no, da igual).
Con Michael Ende, el autor de "Momo". Sea a través de este blog o cualquier otra iniciativa: ¡Levantémonos en contra de los ladrones del tiempo!
Iniciativa para comentar libremente lo que sucede en Castilleja, intercambiar información, desvelar "secretos", crear conciencia y fomentar la rebeldía...
viernes, 7 de noviembre de 2008
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5 comentarios:
Yo te doy la enhoabuena, creo que haces un bien muy importante para el pueblo de Castilleja y personalmente te lo agradezco y te animo a que sigas dedicando tu tiempo al interes común. Y por supuesto, que lo hagas de la forma que te de la gana, que para eso es tu blog, y a quien no le guste que haga otro o que no lo lea, a ver si ahora te van a pedir a ti mas que le pedimos al alcalde.
Siento que se tome mi consejo como una crítica, solo expreso lo que pienso, que puede ser válido o no.
A "cesar" le diria que a mí me da lo mismo como escriba la "Dama" pero tengo el derecho a opinar tanto como él, es lo grandioso de esta democracia nuestra, puede gustarte o no lo que digo pero eso no significa que por el simple hecho de disentir se me quiera excluir. Yo no he exigido nada, solo he aconsejado.
Por cierto gracias por dedicarme este artículo "Dama" pero no era necesario, a mí me gusta tanto como a cualquiera leer, pero a veces para llegar a despertar el interés del lector hay que ser concreto y directo, y no divagar y perderse en las profundidades del saber. Ahora, tú escribe como te de la gana, yo seguiré leyendo lo que escribes con admiración y sentido crítico.
S.j. me parece estupendo lo que dices, pero me reitero en lo dicho, a quien no le guste que haga otro o que no lo lea, pero parece ser que te gusta, por lo tanto no te tienes que dar por aludido.
No es que no me gustase lo que dijiste, es que fue un poco de mal gusto que dijeras que no demuestre su cultura escribiendo mas.
Y en cuanto a despertar el interés del lector eso está bien para el que quiera vender libros o periodicos, yo también pienso que este blog sería leido por mas gente si tuviera un lenguaje mas sencillo y directo, igual que a la gente le interesaría mas la poítica si fuera mas sencilla y directa y sobre todo sincera y honesta. La diferencia es que este blog se tratá de la obra independiente de una persona que no gana nada con ello, y por lo tanto yo lo respeto tal y como es. Se puede hacer crítica, claro que si, eso está genial y de hecho si miras en entradas anteriores yo he hecho unas cuantas, y el blog a cambiado desde entonces, pero es que hay formas y formas, y la tuya no fue correcta.
Cambiando de tema...sigo esperando a aquellos que decían que este blog no refleja la realidad del pueblo a que nos cuenten cual es la realidad que aquí no aparece ¿Cuando pensais explicarlo? s.j. ha respondido de una forma clara y con muchísimo respeto, pero aquellos que hablaron por hablar ¿Donde están ahora?
A mi tambien me encanta leer y las largas charlas, pero estoy de acuerdo con s.j. que hay veces que se le pierde un poco el hilo de la critica a la entrada, reconociendo que son fsntasticas.
A. S.j.
No te apures si me lo tomo como una crítica; a mí las críticas no me parecen nada malo.
Lamentablemente vivimos en una sociedad en la que la crítica se toma como una afronta personal, y se ha visto relevada básicamente por una mezcla intangible entre desconsideración y susceptiblidad.
Confío en que de la mejor manera posible consigamos entre tod@s hacer de este blog un foro encaminado a fomentar la reflexión y la crítica; y entiendo vuestras contribuciones (como el intercambio entre tú y César) como algo que termine siendo enriquecedor.
¡Creedme!, si tuviera algún problema con las "críticas" habría elimidado de raíz los comentarios "anticomunistas" que publica aquí alguna gente.
Saludos republicanos a tod@s
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