
El portavoz de IU replicó que 1°) no cuestionaba la crisis financiera mundial; 2°) temía que esa crisis financiera tuviera una repercusión seria en la economía; 3°) los problemas financiero económicos no iban a empezar a solucionarse en 2.009 (en contra de lo que anunció la alcalde en el mismo pleno); 4°) la crisis no explicaba por qué hay municipios que la afrontan con un déficit preocupante, mientras otros municipios no tienen deudas; 5°) naturalmente la financiación municipal, dependiente de los sucesivos gobiernos de PP y PSOE, es precaria y deleznable (por lo que IU, como ahora otra vez en el Parlamento Andaluz, la denuncia y combate); y que 6°) a pesar de que se debe apreciar la situación de Castilleja de la Cuesta en un contexto más amplio, también se debe considerar la idiosincrasia local, empezando por las responsabilidades políticas (¿y penales?) de quienes han causado la deuda inmensa que arrastran las arcas municipales. La tonadilla del representante de IU no simplemente se me ha quedado en la cabeza, me he apuntado algunos de sus argumentos: mañana habrá otro debate presupuestarios, y l@s mism@s actores y actrices intercambiarán sus golpes de mandoble, y deberán medirse con las posturas que defendieron en ocasiones anteriores; y además, ¿quién sabe si no es IU quien pasado mañana tiene que responder de la política presupuestaria y con qué argumentos defiende entonces su gestión?
La letanía tiene la melodía de siempre:
Cuando gano las elecciones municipales, son mis méritos; cuando las pierdo, son las circunstancias adversas, la asquerosidad de mis enemig@s o la coyuntura exterior. Cuando la gestión política local redunda en beneficios (de reputación o electorales), todo se debe a mis cualidades; y cuando esta gestión resulta ser descabellada, la culpa es de las condiciones del entorno - mundiales, si hace falta, y hasta de la guerra en Iraq.
Y cuando la situación financiero económica es buena o digerible, soy yo el rey Midas; no se debe a la participación en las subvenciones de la UE, ni a políticas de cofinanciación de las Administraciones superiores, ¡no señor! Pero si el Presupuesto empieza a tener agujeros, esto se debe a las condiciones exteriores, no a mi condición humana o mi calidad como polític@.
Quiero por este camino responder con una nueva a entrada a l@s comentaristas en las dos entradas anteriores: ¿Qué tiene que ver Aznar con Castilleja? ¿O qué tienen que ver los hábitos televisivos con Castilleja?
Todo esto tiene que ver con Castilleja en tanto que Castilleja no es una isla en el universo separada completamente de la deriva del planeta Tierra. Y aún conservamos nuestra condición de human@s, igual que human@s son l@s vecin@s de los Países Bajos. En todo caso, nos distinguiremos en Castilleja por la idiosincrasia local, mientras ésta sea un distintivo de calidad, no de cantidad o de supuestos. Entonces hablamos de localismo, no de idiosincrasia.
Me explico: No tiene nada que ver con la idiosincrasia que en nuestro pueblo se "venere" por parte de algún colectivo, a la así llamada "virgen" de la "inmaculada", distinguiéndose así de aquellas personas en otro pueblo que "veneren" a la "virgen" del "tembleque". Y en su caso, cosa nada extraña en nuestra historia, si se trata de pueblos vecinos, estas diferencias darían pie a una contienda campal de l@s jóvenes defensores de una y otra causa. Esto es localismo puro y duro; si tratáramos de regiones hablábamos de regionalismo, y en el caso de naciones de nacionalismo.
Por esta razón, como lo único que delimita el localismo es (por su delimitación) su alcance territorial, pero en realidad no se distingue en nada cualitativamente del nacionalismo, me parece importante abrir nuestra percepción a lo que sucede ahí fuera, no cerrar nuestras sentidos ante estímulos exteriores y ayudarnos con los aprendizajes y las experiencias de otr@s (l@s foráne@s) en nuestra vida local.

Como ya intentó explicarnos Jonathan Swift en "Los viajes de Gulliver", para distinguirnos da perfectamente igual si somos "enanos" o "gigantes". Y como ya intentó explicarnos Tomás Moro, en última instancia un@ fiel musulmán no se distingue en nada esencial de un@ fiel cristian@.
Pero yo ya me distingo en mi esencia más elemental de l@s autores y autoras del blog "diariodecastilleja", y no compartiré con ell@s ni bandera porque su bandera de Castilleja es la de una Castilleja distinta a la mía. En su Castilleja la libertad de expresión no tiene cabida ni si quiera en un cráneo. En su Castilleja la dignidad de una persona se mide en el consumo (por litros públicos) de agua bendita. En su Castilleja la valía de una persona depende de sus convicciones, y la valía de las ideas de su proveniencia. En su Castilleja si se quiere ser algo non sequitur se tiene que valer algo; y si se quiere valer algo non sequitur se tiene que seguir algo (una consigna) o a alguien (un ídolo).
E igualmente me distingo en mi esencia más elemental de l@s acólit@s del poder del PSOE, y no compartiré con ell@s el afán mesiánico que profesan aquellas personas que creen que hacen algo distinto de l@s demás cuando realmente no cuestionan ni uno de los principios del sistema en el que vivimos, sino piensan que es una cuestión de formas lo que determina si actuamos correctamente: Igual que aquellos caballeros medievales que creían que emprendiendo un duelo guardando las formas impresas en los libros de caballería, se distinguían de los villanos (y, de paso, también del vulgo).
En realidad, en las dos formas de expresión del capitalismo nacional (tanto la del PP como la del PSOE) distinguimos rápidamente que no hay distinción. Por esa razón, cuando Zapatero emprendió su lucha por el poder, ensalzó y propagó el cambio en las formas que iba a impulsar: El nuevo talante.

Y así hemos terminado alegrándonos de que si nos dan la puñalada, nos la den con una palabra amable o cortés, en vez de con un insulto. Y la puñalada es la que tod@s ell@s están dando a los intereses de la clase obrera, de l@s más necesitad@s, decidiendo un plan de salvamento tras otro para l@s secuaces de las altas finanzas, mientras el número de las personas sin trabajo y sin medios (dentro y fuera de Castilleja) va en aumento y no para de predicarnos que son l@s únic@s que nos pueden salvar.
Me parezco mucho más a aquellas personas en tierras extrañas que prescinden de la tele y se acuestan con su pareja, o a aquellas que temen por el futuro de sus hij@s, viendo la desidia interesada desde la que se gestiona nuestra vida, que de aquellas personas que no tienen otra cosa que hacer que encenderme la tele para que no vea cómo me están desvalijando la casa.
Ahora, y recordando las palabras de Tomás Arias, el Portavoz de IU que se parece más a una voz en el desierto que otra cosa: ¿Cómo puedo confiar en un@s polític@s que en un futuro próximo van a decidir cuántos impuestos vamos a pagar tod@s nosostr@s, y van a decidir en qué se va a gastar el dinero - firmando unas ordenanzas y un Presupuesto - si siguen haciendo lo siguiente y más?
- contratando a gente en forma de trato de favor,
- mintiendo al pueblo de Castilleja de la Cuesta respecto de la situación del pueblo, y
- arrastrando tozudamente la herencia de Carmen T. (que no consiste en otra cosa que el oscurantismo, el paternalismo, y la injusticia social mientras se alaba al sistema capitalista).
¿Qué bonito es eso de poder echar mano de la "foto de la Azores", con la culpable Carmen T., haciendo creer a la gente que con la retirada de las tropas de Iraq (la marcha de Carmen T.) se ha cambiado algo, no? La pregunta es qué.